En esta parada fuimos a un sólo destino, el gran ATLANTIS!!!. Este es un complejo turístico ubicado en el corazón de las Bahamas. Es realmente espectacular e inmenso, tiene un parque de agua, cantidad de piscinas, mas de 20 hoteles, variedad de restaurantes, uno de los acuarios más grandes del mundo, dedicados al entretenimiento cuentan con infinidad de actividades deportivas, de aventura y excursiones.
Tomamos un servicio de taxi en una van que nos llevo al hotel. Para entrar, salvo que seas huésped, que no era nuestro caso, debes comprar un pase diario. Hay varios tipos: del acuario, parque acuático, paquetes con actividades y donde puedes usar la playa.
Caminamos bastante y tratamos de recorrer las instalaciones. Todo muy limpio, organizado, considero que para poder disfrutar al máximo este hotel, se necesitan varios días ( así que quiero volver jajajaj).
Comenzamos viendo el casino, áreas verdes, fuentes, el acuario ( he comentado en otros post que tengo mi dilema personal ante este tipo de lugares con animales); luego a ver las piscinas, era un día soleado con un cielo azul bello, provocaba meterse en todas, lanzarse por todos los toboganes.
Continuamos a la playa y woao que delicia!!. Toda una playa caribeña, la arena blanca y el mar con un azul tan hermoso, tan turquesa. De verdad que agradecida de poder conocer y disfrutar esto. Pase un buen rato relajada, acostada en la arena, confieso que el agua se veía mas bonita de lo que se sentía ajjaja, estaba helada. Provocaba pasar todo el día allí. Puedes rentar cabañas, con mesas, sillas, personal que te atiende.
Seguimos caminando por la playa hasta encontrar una zona llena de piedras, con una muy buena vista al mar y hacia el hotel.
De salida paramos en uno de los tantos bares que posee el complejo, a disfrutar de unas refrescantes cervezas locales. Ordenamos La famosa Kalik . Yo no soy de tomar cervezas, pero probé Sands Pink Radler, que es una premium lager con jugo de toronja/pomelo y realmente me gustó.
Ya era el momento de regresar al barco, al salir del hotel hay como unas tienditas y restaurantes coloridas. Para variar utilizamos un servicio de taxi de agua. Pensando en seguir conociendo, pero honestamente no me gusto mucho, el personal no fue amable, olía a gas, había un señor tratando de explicar por donde pasábamos pero no tenía micrófono y pues gritaba, no fue muy placentero ese regreso y nos tardamos más. Como siempre en cada una de nuestras paradas, llegamos directo a comer !!!!
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